" Corresponde de derecho a la mujer cubana un puesto prominente en las fiestas de la poesía...; y en las de la patria que ennobleció con su heroísmo en la hora de la prueba, y le debe hoy su única hermosura".Así valoraba nuestro José Martí la grandeza de la mujer cubana,en la que resaltó su altivez, heroicidad, sencillez, capacidad de resistir y hasta morir en aras de la libertad e independencia de Cuba.
El primero de febrero de 1936 nace Clodomira Acosta Ferrales entre las altas serranías orientales, en el sitio conocido como Cayayal, quizá por eso, amó tanto la libertad. Su contacto con la naturaleza que crece libre y sin ataduras fue quizá de los primeros acicates que la incentivaron a ser la mujer que fue.
Mensajera incondicional, aguerrida protagonista de innumerables hazañas, fue un valioso enlace entre la Columna uno José Martí dirigida por Fidel Castro y los demás refuerzos del Ejército Rebelde durante la lucha insurreccional.
Aparentemente débil, fue sin embargo una mujer de gran temple encargada de contactar con la jefatura de los guerrilleros del Escambray. Campesina analfabeta, poseía una inteligencia natural, esa que le sirvió para burlar trampas del Ejército , para entrar en las entrañas del enemigo y atravesar sus líneas repletas de soldados.
Con solo 22 años Clodomira Acosta fue hecha prisionera, luego de ser brutalmente torturada, su cuerpo fue echado al mar. Al referirse a ella, Fidel Castro dijo..." Clodomira era una joven humilde de una inteligencia y una voluntad a toda prueba..."
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