Que exista un programa del Departamento de Estado y del Departamento de Seguridad Nacional de EEUU, apoyado por todas sus embajadas y sus servicios de inteligencia, destinado a captar al personal médico de los programas de solidaridad cubana en 77 países del Tercer Mundo, no es escandaloso ni es noticia (1).
Pero sí lo es que el Gobierno cubano haya reaccionado frente a esta agresión vergonzosa, y haya decidido no validar los certificados de estudios a quienes se acogen a dicho programa, después de traicionar a poblaciones enteras de barrios y comunidades rurales pobres en América Latina, Asia o África.
Tomado de Cubadebate.