La peña Diez años son suficientes reabrió
sus puertas, esta vez en un nuevo escenario: la pizzería La Millonaria, donde
se dieron cita los amantes de la música de la denominada Década Prodigiosa.
Jóvenes y no tan jóvenes compartieron en una
fiesta al alcance de todos, bajo la
dirección de Eduardo Bernal Monfort y con la plática siempre agradable de Oscar Ortega
y Esperanza Medina, quienes de manera sobria y ponderada encauzaron la
actividad.
Las generaciones de cubanos que rondamos el medio siglo de edad o más miramos con
gran pasión, nuestro pasado adolescente
y juvenil, y recordamos cuando se bailaba,
cortejaba y coreaba al compás de grupos
e intérpretes musicales, canciones como Anduriña, Globos Rojos , Si yo tuviera
un martillo de Rita Pavone, o Amor de estudiante de Roberto Jordán.
Los manatienses queremos tener presente esta década como lo
más lindo que se vivió en nuestro país. La Década Prodigiosa con su influencia
«beat-pop-rock» nos trajo canciones melódicas y puras, muy aceptada por la
juventud de ayer y de hoy.
Década Prodigiosa en Cuba se le llama, al período comprendido
entre los años 1960 y 1970, que
originó cambios que influyeron en la juventud, con una música melodiosa, pegajosa, con letras que
cantaban al amor libre y hacían referencia a la necesidad de un mundo mejor,
sin emplear palabras groseras, sino más bien con una poesía limpia y
sugestiva.
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