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lunes, 9 de febrero de 2015

Preparados para intensa sequía en Manatí.

Los ganaderos manatienses miran las nubes con incertidumbre esperando la  llegada de precipitaciones suficientes para  aliviar la sequía, que según las autoridades se ha incrementado en los últimos años.


Consecuencia directa de la falta de precipitaciones es el agotamiento de pozos, lagunas y tranques, por lo que la utilización del servicio de agua `por pipas para el ganado de las zonas más afectadas, forma parte de las medidas adoptadas en el municipio  para atenuar los efectos de varios  meses sin lluvias.
También han apelado a la concertación de contratos con el central Majibacoa y con Puerto Padre,  para adquirir un suplemento compuesto por miel, partes de bagazo y urea, muy útil en estas condiciones, según los resultados vistos en las entidades pecuarias.
Si bien el abasto de agua en pipas fluye sin grandes contratiempos, sigue siendo lamentable que una parte de los productores de los sectores estatal y cooperativo-campesino no dispongan de suficientes reservas de alimentos, sobre todo de caña,  previstas para estos momentos.
Los impactos de la sequía sobre la ganadería pueden ser directos o indirectos. Los animales sufren por la falta de agua. Los principales efectos indirectos se ven reflejados en la escasez de pienso, que afecta al estado de salud de los animales y tiene un gran impacto en la producción ganadera y en el valor económico de la ganadería en general.

El agotamiento de  las fuentes de  abasto de agua en muchas zonas del municipio alerta a las autoridades de la agricultura para buscar alternativas en el suministro de agua al ganado. 

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