Periodista: Adalys Ray
Haynes.
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Mareas altas durante todo el año son los primeros
efectos del cambio climático en la comunidad costera Puerto de Manatí,
ubicada en el litoral norte de la provincia de Las Tunas.
El fenómeno era común en octubre, época de temporada ciclónica, y
etapa en que los pobladores esperan ligeras penetraciones del mar en la
localidad, acontecimiento que muchos no consideran peligroso.
Pero las mareas altas iniciaron esta vez en el mes de enero y se
repitieron varios días de abril, junio, julio, agosto y en septiembre un
incremento extraordinario mantiene alerta al poblado del habitual
proceso de «llenante y de vaciante» de la Bahía de Manatí.
Nereida Valerio Consuegra, conocida como La Negra, anota en una libreta
cada suceso, y según sus registros las mareas más altas hasta el momento son
33, mientras una decena de estos fenómenos provocó que el mar penetrara
unos metros en el poblado.
Las instalaciones y viviendas cercanas al litoral son las más afectadas,
junto al suelo que muestra a simple vista un alto grado de salinidad.
«Tengo 75 años y he vivido toda la vida aquí en el Puerto. Nunca vi mareas
tan altas, ni tan a menudo. Para que no se me fueran a olvidar las
fechas comencé a anotar en una libreta desde el mes enero», dice La Negra.
«Yo no tengo miedo. Desde que era una niña en octubre sube mucho la marea
aquí, y el año pasado llegó el mar hasta la puerta de la casa, no podía salir y
mis hijas y yo nos bañamos, pero reconozco que las de este año son las más
altas”, cuenta con desenfado esta mujer que espera vivir en el Puerto de Manatí
hasta los últimos años de su vida.
La marea de 1972 y el Huracán Ike
En 1972 los habitantes de esta antigua zona portuaria vivieron la
experiencia de una gran marea que cubrió todo el pueblo y el mar llegó
hasta sitios inesperados.
Ofelia Velázquez Juste, de 88 años, guarda las fotos que captó con su
cámara fotográfica, mientras pobladores recorrían la localidad en
lanchas con remo, y todo estaba inundado.
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Nereida Valerio Consuegra, conocida como La Negra vive en el Puerto de Manatí desde niña. |
«La del 72 es única, y es la marea más alta desde que yo nací. Yo la
capté y se la muestro a todo el que viene y quiere ver las fotos. Las (mareas)
de ahora jamás son las que están en mis fotografías. Como esa ninguna»,
dice Ofelia.
El ocho de septiembre del 2008 el devastador
ciclón Ike provocó fuertes vientos y lluvias, el mar penetró
profundamente en la tierra y causó grandes daños al patrimonio edificado
en el Puerto
de Manatí.
La totalidad de la población fue evacuada antes del paso del huracán y al
regresar a casa las familias se encontraron ante un panorama desolador.
La mayoría de las construcciones se recuperaron con el apoyo del
Poder Popular en el territorio, pero aún pesa sobre el poblado que
las costas son dinámicas y cambian de acuerdo con ciertos procesos naturales.
A Isauro García Pérez le preocupa que las calles se llenen de agua cuando
suben las mareas, y conoce del deshielo y del fenómeno del El Niño, el cual
puede intensificar las tormentas en el mar, y generar mareas extraordinarias,
que se relacionan con el ciclo lunar.
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A Isauro García Pérez le preocupa que las calles se llenen de agua cuando suben las mareas.(Foto de la autora) |
Alberto Ramos López, director del Centro Escolar mixto Camilo
Cienfuegos, confirma que el avance del mar es tan rápido, que la escuela
del poblado está en peligro. «El mar no tiene límites, levantamos un muro de
contención, rellenamos la zapata y nada. Es como si la escuela estuviera
en el mar, estamos en la duna y tenemos que salir de ahí, dice el
experimentado educador».
Cambio climático en la costa norte de
Las Tunas
Cuatrocientas 35 viviendas están ubicadas en este
pueblo de pescadores, con una población envejecida que supera las 950 personas,
según confirmó Margaret Bueno Fernández, delegada del Poder
Popular.
Manuel García Fernández, es un poblador que observa el fenómeno de
las mareas altas en Puerto de Manatí, estudioso de los cambios climáticos
considera que en unos años el mar abarcará todo el pueblo, «cada día
camina más», confirma.
Los estudios de peligro, vulnerabilidad y riesgo para eventos
climatológicos extremos desarrollados en Cuba, estiman que para el 2050
ocurrirá un aumento del nivel del mar de 27 cm y para el 2100 de 85 cm, por lo
cual son probables inundaciones costeras.
Especialistas de la Dirección Provincial de
Planificación Física (DPPF) en Las Tunas aseguran
que el asentamiento del Puerto de Manatí es vulnerable y que las mareas
extraordinarias ó astronómicas seguirán repitiéndose constantemente.
Para el Puerto de Manatí existe un esquema de ordenamiento, y está
prevista la reubicación de los residentes en la localidad cuando
sea necesario, aseguran los expertos de la DPPF.
La población de esa zona costera en Las Tunas tiene cultura y gran
arraigo, pero saben que están en riesgo. El Puerto de Manatí preocupa por
el aumento del nivel del mar y el paso de los huracanes, afirma Liset
Montero Infante, especialista en reordenamiento territorial.
En su criterio, no hay duda de que estos cambios obedecen en gran parte al
cambio climático, el cual ha generado un aumento de la temperatura en el
planeta, lo que a su vez aumenta el nivel del mar, y con esto, las olas tienen
una mayor plataforma para alcanzar los bordes costeros
La DPPF investiga sobre los distintos cambios de las costas y las playas en
Las Tunas hace varios años, mediante visitas periódicas a estos sitios y
el monitoreo de la situación costera.
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Foto cortesía de Planificación Física de Manatí. |
El Puerto de Manatí
El Puerto de Manatí, es hoy un Consejo Popular del municipio de Manatí,
perteneciente a la provincia de Las Tunas.
Situado en el canal de entrada de la bahía de bolsa Manatí, a 18 Km
de la cabecera municipal, tuvo gran actividad económica con la creación allí
a principios siglo pasado de un puerto que utilizó la Manatí Sugar
Company para la llegada directa de materiales y el embarque del azúcar.
Los primeros pobladores fueron trabajadores de la actividad portuaria en la
bahía, zona considerada entre las de mayor calado natural del norte del país.
El Puerto de Manatí es hoy un lugar tranquilo, a unos 64 kilómetros de la
ciudad de Las Tunas. El muelle y el puerto ya fueron
desactivados, queda para quienes viven allí el riesgo y el desafío que imponen
el mar y… el tiempo en esa franja costera.
Periodista: Adalys Ray Haynes.
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