¿Quién impone al mundo la carrera armamentista?

La guerra es un fenómeno político social, cuyos orígenes se remontan a la división de la sociedad en clases antagónicas, a la aparición del Estado y fundamento de la existencia misma de la propiedad privada como aseguraba Lenin.
Las dos guerras mundiales desatadas por el Imperialismo en el Siglo XX cobraron más de 60 millones de vidas humanas, destruyéndose además, inmensos valores materiales y culturales. 

Decenas de miles de ciudades y aldeas  quedaron en ruinas, fabricas, empresas. Estas estadísticas sobrecogedoras pueden abarcar más datos, pero ni aun sumándolas todas, se aproximan siquiera a la medida de la pena y el dolor ocasionado a las personas.
Hoy las campanas tañen por la paz, para que llegue a todos los confines de la tierra, para que se escuchen también en Hiroshima, arrasado por una bomba atómica en 1945 y que pasó a representar la posibilidad del exterminio masivo de la población mundial, para que se escuchen en los Estados Unidos, líder de la carrera armamentista y que parecen destinados a desaparecer con armas nucleares la vida en la tierra.
Es menester ponerles coto, cueste lo que cueste a las ambiciones imperialistas de los Estados Unidos que empujan a la humanidad hacia una hecatombe nunca vista. Hay que impedir que se desate una nueva guerra mundial, para así salvaguardar el sagrado derecho del hombre a vivir en paz.